De la redacción de Río Bravo
"Si pasa, pasa", es la muletilla comunmente usada para explicar la actitud de quien toma una decisión que, sabiéndola controvertida, sigue adelante de igual modo esperando que, tal vez, si no hay una resistencia activa o sus aspectos polémicos pasan inadvertidos, se sostenga en el tiempo.
Aunque lo escueto del anuncio genera más suspicacias que certezas, es lo que lleva a pensar la aceptación sin mayores explicaciones, por parte del Gobierno de Santa Fe, de la decisión de José Alberto Bernhardt de no asumir como jefe del Servicio Penitenciario tras las fuertes críticas –entre ellas las de HIJOS Paraná– por su pasado como miembro del Batallón 601 de inteligencia, que operó durante la dictadura.
No hubiera sido la primera vez que el teniente coronel ocupe un cargo en un Gobierno provincial: había sido subsecretario de Seguridad Pública de Santa Fe durante el primer mandato de Jorge Obeid (1995-1999), pese que el gobernador oriundo de Diamante sufrió el accionar de la dictadura en carne propia; detenido ilegalmente y exiliado. Entre 1999 y 2003 fue asesor de Carlos Reuteman y se desempeñó como subsecretario de Emergencias en el segundo mandato de Obeid.
Finalmente, este vez no pasó. Fue el propio Bernhardt el que decidió no asumir, y así lo explicaron desde el Gobierno santafesino: "Bernhardt siempre dijo que está para sumar, pero que si su nombre genera ruido es mejor no asumir en el cargo”, explicaron desde el gobierno provincial, según publicó La Capital.
Publicado en Río Bravo el 16 de mayo de 2022





