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Lunes, 30 Junio 2025 10:31

Benetti: "Siguen las malas noticias para los más pobres del campo argentino"

En esta columna, el ingeniero agrónomo Pablo Benetti —referente de la Federación Nacional Campesina en Entre Ríos— expone con firmeza el impacto del desmantelamiento de políticas públicas sobre la agricultura familiar, tomando como emblema la eliminación de la Ley de Fomento Algodonero. Desde una mirada crítica y territorial, Benetti advierte sobre el retroceso que implica para los pequeños productores y llama a una unidad amplia frente al ajuste en el campo.

 

Algodón que se va, que se va…

Por Pablo Benetti (Ingeniero Agrónomo / Referente de la Federación Nacional Campesina de Entre Ríos)

Como dice la canción de Ramon Ayala, “Rumbo a la cosecha, cosechero yo seré Y entre copos blancos mi esperanza cantaré Con manos curtidas dejaré en el algodón mi corazón…. Algodón que se va, que se va, que se va, Plata blanda, mojada de luna y sudor, Y un ranchito borracho de sueños y amor Quiero yo, quiero yo”.

Siguen las buenas noticias para un sector de la población que odia el apoyo del Estado en general y en especial hoy hacia los pequeños y medianos productores, y siguen las malas noticias para los más pobres del campo argentino.

La gran mayoría de las organizaciones del sector agropecuario están mirando el martes 1° de julio, donde van a volver o no las retenciones a los valores anteriores -para la soja a 33%-, como que ese fuera el único tema para tratar y reclamar; dejando de lado y sin identificar el resto de las cuestiones que afectan a grandes sectores productivos de la Argentina.

Desde el 10 de diciembre de 2023 el Gobierno de Javier  Milei ha dedicado todo su esfuerzo y utilizado todos los mecanismos a su alcance para derogar, eliminar, y destruir instituciones, programas, leyes y fideicomisos que alentaban, fomentaban y acompañaban a las y los pequeños agricultores: el Instituto de Agricultura Familiar, el ProHuerta, la Ley Ovina, la Ley Caprina, el PRODAF (Programa de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar),  
el INTA –que reconfiguran y achican, entre otros.

Ahora, la semana pasada, elimino la Ley de fomento de la Producción Algodonera, ley que no solo fomentaba la producción primaria sino también apoyaba toda la cadena algodonera; brindando los fondos para la lucha contra el picudo algodonero; insecto que produce una gran merma de la producción, por nombrar algunas de las funciones de esta ley.

En Entre Ríos en los últimos años no se ha realizado una gran superficie del cultivo de algodón; no porque no sea un cultivo que de rentabilidad al productor sino por la logística que implica su cosecha y carga, y las grandes distancias que hay que recorrer para llevar lo producido hasta la desmotadora mas cercana -más de 700 km- esto multiplica por 2 o por 3 los costos para el productor. Pese a esto entre el 2006 y el 2017 se fomentó el cultivo logrando instalar la siembra en surco estrecho y la cosecha mecánica con la cosechadora de arrastre «Javiyú», diseñada por INTA Reconquista. En estos años se llegó a realizar más de 1000 hectáreas entre los pequeños productores del norte entrerriano, entre los Departamentos La Paz y Feliciano, con un trabajo articulado desde las organizaciones de los productores (APROCENER), el gobierno provincial e instituciones como el INTA y la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER.

Pero si nos remontamos a la década del ‘90 se realizaron cerca de 10.000 hectáreas entre el norte de Entre Ríos y el sur de Corrientes, logrando instalar en Feliciano una Desmotadora, con la creación de Cooperativas que nucleaban a los cientos de pequeños productores que realizaban el cultivo. Este cultivo para los pequeños productores era de gran ayuda, posible en pequeñas superficies -desde 1 a 10 hectáreas-, realizando la cosecha a mano y teniendo un ingreso extra a las múltiples actividades productivas que realizaban.

El algodón en esa época era gran demandante de mano de obra, ya que se realizaba la carpida del cultivo a mano y luego la cosecha con gente, dando trabajo a cientos de cosecheros de la zona.

La lucha por la ley de fomento del cultivo fue un proceso largo. Nucleó a varias asociaciones de productores, a las desmotadoras, hilanderías y textiles; que lograron con el apoyo de los gobiernos provinciales y la lucha de las organizaciones del sector y de las/os productores grandes y chicos en asamblea y marchas; la sanción de la ley.  Ahora por un decreto el Gobierno de Milei se deroga la Ley dando por tierra todo el trabajo y la lucha realizados en tanto tiempo y dejando sin ninguna ayuda o fomento para este cultivo.

También hay que decir que en la Provincia de Entre Ríos, en el último año no llegó a los productores el fondo de esta ley; no sabemos si no se gestionaban o si llegaba y se destinaba para otras cuestión, o quizá se devolvió como en otros Programas, que por inacción o incapacidad; la provincia ha devuelto fondos que estaban destinados pequeños productores.

Desde la Federación Nacional Campesina, venimos planteando la necesidad de la más amplia unidad para poder enfrentar y ponerle un freno al Gobierno de Milei y sus políticas destructivas; y lograr que se restituyan las medidas tomadas para que el Estado vuelva a asistir y acompañar los procesos productivos de los pequeños productores. Programas, instituciones y proyectos que vitalizaban la vida en la zona rural, que fomentaban la diversidad de los cultivos, que respetaban tradiciones y cultivos históricos; que brindan identidad y arraigo a las familias y las comunidades. Lo que está en juego es demasiado importante para no sumarnos a defender con compromiso logros históricos de las comunidades en la defensa de la vida misma en nuestra zona rural.

Modificado por última vez en Martes, 01 Julio 2025 08:24

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