De la redacción de Río Bravo
La propagación de incendios –sobre todo en islas y campos– favorecida por una bajante histórica del Río Paraná que ya lleva tres años y la escasez de lluvias y el malestar y la preocupación de crecientes sectores de la ciudadanía por esta situación, llevó a las autoridades provinciales a extremar medidas y coordinar recursos y acciones a los fines de mantener la situación bajo control y evitar consecuencias graves desde el punto de vista humano y ambiental.
En este sentido, en Entre Ríos, después de una serie de cruces y entredichos entre autoridades de Provincia y Nación que desataron polémica, el poder Ejecutivo hizo énfasis en la coordinación entre los distintos actores que actúan desde y en relación con la Provincia, poniendo el centro en la detección temprana para evitar incendios de gran magnitud y optimizar recursos.
El coordinador del Plan de Manejo del Fuego de Entre Ríos, Mauro Rodríguez, dialogó con Río Bravo sobre la forma en que se organiza el combate contra los focos de incendio y las mejoras alcanzadas en ese sentido, la incidencia de la acción humana en el origen de los incendios y los riesgos a que se exponen los brigadistas en forma permanente, entre otros temas.
Trabajo coordinado
Para el abordaje de los focos ígneos, el funcionario explicó que la provincia trabaja en la zona del Delta con dos comandos establecidos con guardias permanentes: frente a la localidad bonaerense de San Pedro y en el aeródromo de la localidad de Alvear, provincia de Santa Fe.
En esas tareas actúan coordinadamente la Brigada de respuesta Ambiental, Defensa civil y la Brigada forestal de la Policía de Entre Ríos, la Brigada de Atención y Prevención de Emergencias (BAPE) de Santa Fe y Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires, entre otros organismos.
Además de los vuelos regulares para monitorear la situación, cuentan con la información proporcionada por la Red de Alerta Temprana, que permite a cualquier ciudadano informar la existencia de un principio de incendio para que actúen los comandos instalados en el Delta o los bomberos zapadores y/o voluntarios, según la zona donde se produce el incendio.
En relación al Delta, Rodríguez, analizó que se trata de "un territorio singular en virtud de que exclusivamente se llega al punto, debido a la sequía preponderante desde hace tres años, exclusivamente con helicópteros y el apoyo de aviones hidrantes para que los brigadistas puedan combatir los distintos focos que a diario extinguimos".
Llegar por vía aérea –resaltó el director de Coordinación de la secretaría de Ambiente- "genera mucho costo, por el combustible sobre todo, la provincia viene haciendo frente a esos costos, pero a la coyuntura la determina el evento ígneo. Uno no puede instalarse en la localidad de Victoria o Gualeguay y transportarse 100 kilómetros sino que lo determina exclusivamente la proximidad a efecto de salvaguardar no sólo los recursos humanos sino también económicos y materiales".
En este sentido, destacó los avances que permitió el monitoreo permanente y una mayor coordinación entre distintos organismos y jurisdicciones para no correr detrás del fuego sino poder prevenir situaciones de mayor gravedad: el actual mecanismo, establecido en el marco del Plan del Manejo del Fuego de Entre Ríos se implementó "después de los dos grandes eventos que tuvimos en los meses de julio y agosto donde por cuestiones climatológicas se agravó y se nos escapó, con ráfagas de viento de hasta 60 kilómetros por hora, con material combustible disponible y todo ello, que produjo toda esta efervescencia social, mediática y ambiental. Los fuertes vientos hicieron que se nos rompieran las barreras que habían hecho los brigadistas. A partir de aquellos eventos tuvimos que evolucionar y establecimos la guardia permanente, con lo cual siempre hay fuego, todos los días tenemos eventos, lo que sucede es que tenemos dos vigías diarios que nos permiten detectarlo de manera inmediata y no tener la gravedad que tuvieron en aquellos tiempos".
Arriesgando la vida
Rodríguez hizo alusión a las implicancias del trabajo que llevan adelante los brigadistas que actúan cara a cara con el fuego: "Al margen de la dinámica que representan las cuestiones de emergencia como son este tipo de eventos, pareciera que es algo simple pero nuestros brigadistas trabajan con riesgo para su vida a diario", hizo notar.
No obstante, sostuvo que el balance del trabajo coordinado es "extremadamente positivo" en función de que, en los últimos meses, "no hubo un episodio que no podamos dominar en virtud de esta guardia permanente donde lo detectamos de manera inmediata. Nosotros tenemos vuelos a las 11 de la mañana, 12 y otro a las 16 o 17, según lo que establezcan los comandos que tenemos establecidos".
En ese marco aseguró que hasta el momento la situación en Entre Ríos está "totalmente controlada y la Provincia tiene el dominio"´. Rodríguez no dejó pasar la ocasión para destacar también "el musculoso sistema de bomberos que tenemos en la provincia (tanto zapadores como voluntarios). La verdad que de manera impresionante cubren todo lo que es el resto del territorio, también de modo temprano y muy idóneo por lo que se está viendo".
Negligencia, la principal causa
En otro tramo de la conversación, un aspecto que resaltó tuvo que ver con el origen de los incendios. En un contexto como el actual, sequía y bajante de por medio, con los incendios catastróficos que ya hubo a lo largo y ancho del país y la abundante información que circula al respecto, nadie puede desconocer la situación delicada que se vive. Así las cosas, con una ínfima posibilidad de incendios por causas naturales, la palabra accidente es un despropósito. En todo caso tenemos que hablar de imprudencia o negligencia.
"En el 99 por ciento de los casos está detrás la mano del hombre", sentenció Rodríguez que definió al incendio como "un evento eminentemente antrópico, que nace por lo general de alguna quema, que a su vez está prohibida en virtud de la Resolución 3132 de 2022 de la secretaría de Ambiente". Es decir, quemas prohibidas, ilícitas.
Es por eso que, en tanto autoridad de aplicación de la Ley 9.888 de Manejo del Fuego, la secretaría de Ambiente ante la detección de un incendio debe labrar el acta y abrior un sumario administrativo a los efectos de imponer una multa al propietario que, en caso de corresponder, va de 1 a 15.000 salarios mínimos, vitales y móviles. Es decir 65.247 pesos a 978,7 millones.
Cómo informar un foco de incendio
- Columnas de humo o incendios rurales: comunicarse con bomberos (100), policía (101) u oficina Plan de Manejo del Fuego (por whatsapp al 3456265979).
- Columnas de humo o incendios en zonas urbanas: comunicarse con bomberos (100), policía (101).
Publicado en Río Bravo el 13 de enero de 2022