La disputa por el Puerto de Paraná: recuperar soberanía sobre el río
La toma de posesión del Puerto de Paraná por parte de la provincia y el vaciamiento de sus instalaciones han generado un debate abierto sobre el futuro de uno de los activos más estratégicos de la región. Según las voces que se alzan contra esta medida, el desmantelamiento del puerto representa un golpe a la soberanía nacional y a la posibilidad de planificar el desarrollo industrial del país.
“Lo que está sucediendo con el puerto es parte de un largo proceso de entrega y destrucción de un patrimonio histórico y estratégico”, señala Arturo Sedano referente del Foro por la Recuperación del Paraná, organización que viene trabajando hace años en pos de la soberanía nacional. De acuerdo con su visión, la entrega de los servicios de dragado y balizamiento a empresas extranjeras, que comenzó durante la gestión menemista con la concesión a Jan de Null, ha sido el primer paso de un proceso de entrega del río Paraná, la principal vía navegable de Argentina: “este es otro golpe más en la entrega del río y la destrucción de la histórica Dirección de Vías Navegables de la Nación por parte de Milei y el gobernador Frigerio”.
El proceso de vaciamiento: una política que avanza en silencio
Desde la transferencia de los predios del Puerto a manos de la provincia, las voces disidentes alertan que los materiales que se están extrayendo son más de 120 años de historia del río, información valiosa sobre la navegabilidad y cuidado del Paraná, elaborado y archivado por la Dirección Nacional de Vías Navegables. Además, hay herramientas y equipamiento clave para el mantenimiento de la infraestructura portuaria.
“La preocupación es que se está retirando material sin consultar sobre su valor histórico ni su utilidad futura”, afirma Sedano, quien también comenta que “el gobernador Rogelio Frigerio había mencionado en su momento que se realizaría una consulta sobre el uso del espacio, pero hasta el momento no se ha avanzado en ese sentido, pero si en llevarse el valioso patrimonio de Vías Navegables”.
Propuestas de uso para el Puerto: el reclamo por la soberanía y el trabajo
Los sectores que se oponen al desmantelamiento no solo reclaman por la preservación del patrimonio, sino también por el aprovechamiento de las instalaciones del puerto para generar empleo y desarrollo. Según el Foro, es necesario retomar el manejo del río y restaurar la función histórica del Puerto para permitir el desarrollo de la región y el país.
“El Puerto de Paraná tiene un calado natural que es muy aprovechable para instalar un taller de reparación de embarcaciones de mediano porte para la región. Durante mucho tiempo funcionó un taller industrial para la reparación de embarcaciones, lo que deja una infraestructura que podría ser utilizada por ejemplo, por egresados de la escuela Técnica E.E.T. N° 100 ‘Puerto Nuevo’”, explica Sedano. Esta escuela, ubicada a pocos metros de los talleres, forma a los futuros técnicos navales de la región, y sería un lugar ideal para que los jóvenes técnicos puedan acceder a puestos de trabajo especializados en la reparación de embarcaciones y en la industrialización del sector.
Obras de infraestructura y financiamiento: una inversión necesaria
Por otro lado, Sedano pregunta: “me gustaría saber qué piensan los sectores productivos sobre estudiar la factibilidad de tener un puerto barcacero que les permita abaratar el costo de sus fletes a un tercio”.
En este sentido, el integrante del Foro explica: “Si los planteos son la dificultad del ingreso de camiones al puerto y la generación de obras en el lugar —claro que ellos hablan de obras inmobiliarias—, creo que tienen que hacerse para que por calle Ambrosetti, que es desvío de tránsito pesado desde el túnel, se pueda acceder con los camiones. En este caso, sí habrá muchas obras de infraestructura que realizarse y cientos de puestos de trabajo que se generarían. ¿De dónde saldría la plata para las obras? Para estas obras de infraestructura hay líneas de financiamiento como la que se obtuvo del Mercosur por 29 millones de dólares para la reparación de parte del Ferrocarril General Urquiza. Para esto sí que estamos de acuerdo en pedir préstamos, ya que sería plata bien gastada y no como los préstamos nacionales para la timba financiera o de la provincia para el pago de sueldos”.
La necesidad de un proyecto de país
Lo que se debate, más allá del destino inmediato del Puerto de Paraná, es el futuro de la planificación nacional. Arturo Sedano, subraya que la recuperación del Puerto y del control sobre el Río Paraná “no es una cuestión de color político, es una cuestión de planificación nacional”. Afirma que “es un reclamo por la recuperación de un recurso estratégico para la nación, que si no se controla, impide una planificación seria del desarrollo industrial y la generación de trabajo”.
“No podemos dejar nuestro desarrollo nacional en manos de la inversión extranjera. Un ejemplo de ellos es la empresa francesa Dreyfus, que compró un puerto en Santa Elena para despachar cereales que son utilizados para combustible de aviones. ¿Cuál es el desarrollo del país alrededor de esta inversión?”, agrega.
El reclamo es claro: la reactivación del Puerto debe estar vinculada a un proyecto más amplio que contemple la soberanía sobre los recursos del río y su utilización en función de las necesidades productivas y sociales de los argentinos cuidando y respetando el medio ambiente. La entrega de estos recursos a intereses extranjeros ha sido uno de los factores que ha condicionado el desarrollo del país en las últimas décadas. Hoy, el desafío es recuperar esos espacios y darles una función estratégica que sirva a la producción nacional.
“Si el gobernador Rogelio Frigerio realmente quiere un país industrializado que genere puestos de trabajo, no debería cambiarle la función al puerto, sino recuperar la función que le dio origen: la de un puerto industrial, productivo y soberano”, concluye.
En definitiva, la lucha por el Puerto de Paraná no es solo una batalla local, sino una discusión sobre el futuro de la soberanía, la industrialización y el desarrollo económico de la región y el país. El reclamo de quienes defienden la función histórica del Puerto es claro: la recuperación del control sobre el Paraná es fundamental para una planificación seria del futuro de la región y la nación.






