Müller, que a la vez es periodista, artista plástico y trabajador de la educación nos cuenta que “mi acercamiento al rock se dio en mi etapa de preadolescente, a los 12 años más o menos. Me llamó la atención ese mundo casi por oposición, siempre digo que parte de mi formación identitaria tiene que ver con esto de la oposición, con no sentirse o no querer ser parte de todo aquello convencionalmente aceptado, en este caso a aspectos vinculados a lo estético que tenían su necesario e inevitable reflejo en las maneras de ser y estar en el mundo, en la forma de entender los vínculos, de construir amistades, etc.”
Agrega que en aquel momento, muchos de sus compañeros de escuela “seguían los dictados de la moda; por lo que, junto a amigos de aquel entonces, de los cuáles algunos aún conservo, decidimos ir por el otro carril, y el rock, o lo que entendíamos como tal, se encontraba allí". Lo específico del metal fue una consecuencia lógica de lo primero”. El siguiente paso fue la intervención de su hermano, tres años mayor, quien lo puso en contacto con un amigo, “bajista e incipiente coleccionista y amante de bandas punk y de metal. Con él empecé a conocer ese mundo al que entré por la parte musical hasta que tuve mi primer experiencia de recital, habré tenido 14 o 15 años, y supe que ese era el sitio cultural donde encontraría refugio, amistad, pasión, resistencia y lucha”.
Acercamiento a Malvinas
Martín continúa explicando que la causa Malvinas “forma parte de mi vida desde temprana edad. Tenía casi tres años cuando mi padre fue destinado a marchar a las islas, hecho que no se terminó de consumar del todo ya que en un regimiento intermedio, fue redestinado, pero aun así, estuvo apostado en el TOAS (Teatro de Operaciones del Atlántico Sur), durante todo el conflicto”. Nos recuerda que, como ocurría en muchos hogares, al principio “Malvinas era un tema de esos densos en el seno familiar, casi tabú, se hablaba bastante poco del mismo y casi exclusivamente cuando llegaba la fecha de abril”. Pero luego, “con el correr del tiempo, por cuestiones ideológicas y participación política en agrupaciones universitarias, frentes y partidos; la causa Malvinas se me hizo convicción, posición política, la entendí y la entiendo, como parte de las luchas antiimperialistas y anticolonialistas, causa de soberanía, causa irrenunciable de este pueblo”.
Otro factor importante en esta toma de posición fue haber tenido la suerte de conocer ”a cientos de ex combatientes, VGM, movilizados y familiares, historias vivas. Y al escucharlos fui entendiendo otros aspectos de aquello que no se contaba (ni se cuenta aún) en las historias oficiales, en los medios hegemónicos, en sectores de intelectualidad serviles a los intereses de las clases dominantes de Argentina y de la corona británica en el continente”.
Empatía Instantánea
El autor de Rugen las Islas no duda en precisar que “la contracultura del metal en Argentina tiene su hito fundacional el mismo año que se produce la recuperación y la posterior guerra por las Malvinas. Existe acuerdo en considerar la actuación de V8 en el BA Rock ´82 como el inicio del metal en Argentina, por lo menos hacia afuera, para el público”. De inmediato nos recuerda que “Alberto 'Beto' Zamarbide, cantante de la banda, ha dicho en más de una oportunidad que fueron los ex combatientes quienes subieron a V8 a los escenarios a decir y a cantar lo que había sucedido y estaba sucediendo con ellos”.
A esto, agrega un aspecto fundamental, de carácter de clase, que une al metal pesado argentino y la causa Malvinas, y obedece a “su fuerte arraigo popular: el metal es música de los barrios 'bajos', contracultura de jóvenes marginados, laburantes e hijos de laburantes; y Malvinas es causa del pueblo argentino. Aquellos hombres que habían vuelto de la guerra, hombres que permanecían ocultos y eran marginados por la sociedad, encontraron a uno de sus mejores aliados en la lucha por sus reivindicaciones y por la causa en aquella música rebelde, a la que la sociedad 'paqueta' (careta) le daba la espalda. La empatía fue prácticamente instantánea.”
Martín distingue a V8 como “la agrupación que acerca, en primera instancia, a ambos mundos. El mencionado recital BA Rock ´82 podría considerarse como un primer momento de acercamiento, momento que tendrá su segundo capítulo cuando la banda edita en el año 1985 su segundo álbum Un paso más en la batalla, que abre con la canción Deseando destruir y matar en clara alusión a la guerra por las Malvinas”.
Un paso más
En varios momentos de la conversación, Martín Müller hace mención al acompañamiento del rock pesado metálico argentino a las luchas populares, no sólo en la causas Malvinas, sino también a la resistencia a las políticas ajustadoras de parte de gobiernos antipopulares. Reflexiona que “no puede (ni debe) entenderse al metal pesado nacional, sobre todo al que llamamos 'escuela nacional' o ‘metal argento’, sin esa capacidad y cualidad de denuncia, con ese ‘corte social’ en sus letras, con el nivel de combatividad de las mismas acompañadas de un lenguaje musical que va a permitir que esas líricas, esos mensajes lleguen a generar conciencia, acción, resistencia cultural y lucha”. Además de V8, con quién nació esa escuela del metal, fue Hermética, “la banda más conocida y más importante del metal pesado argentino, la banda que levantó aquellas banderas de lucha y que izó las nuevas que tenían que ver con la oposición a las políticas neoliberales del menemismo, con ponerse del lado de la clase trabajadora y el pueblo”. Agrega que el aporte de Hermética tiene que ver también “con disputarle contenido a la historia oficial, con poner de manifiesto, desde este lado de la vereda, la historia de la conformación nacional, la lucha por los DDHH, la visibilización de los pueblos originarios, rescatar aspectos culturales/musicales autóctonos como es el tango y el folclore, etc.”.
Martín asegura que en Argentina hay “decenas o cientos de bandas que se hicieron eco de lo que veían y vivían en las barriadas, en las fábricas, en las calles, combatiendo a la par junto al pueblo, incluso muchas veces debajo del escenario, cuerpo a cuerpo”. Y señala entre las más influyentes a otras como “Tren Loco, Harrpoon, El Dragón, Nepal, la primera etapa de Horcas, A.N.I.M.A.L. y más acá en el tiempo Malón, Almafuerte (en su primera etapa), Yanaconas, Serpentor y Malicia, más una cantidad impresionante de bandas oriundas del conurbano y de todos los rincones del país. Esta clara oposición a esa política, se expresó en cientos de letras (tal vez los momentos más ricos y prolíficos de la poesía metalera nacional), en cientos de títulos y portadas de discos, consignas, parches, etc”.
Ni muertos ni vencidos
Müller advierte que en los últimos años, “el tema Malvinas se ha instalado en la agenda de la política estatal en todos los niveles. Este hecho no es necesariamente positivo de por sí para quienes pretendemos malvinizar”. Resalta que “muchos VGM, ex combatientes y distintos participantes de la contienda de aquellos años, producto de su lucha, han conseguido avances en cuanto al reconocimiento por parte del Estado y del conjunto de la sociedad, mejoras en su situación económica y de salud y se están animando a hablar, a contar la historia, su historia”. A éstos veteranos de guerra reconoce como “la historia viva a la que hay que escuchar como fuente directa”. El entrevistado agrega que “la mediatización de esta parte de la historia también ha permitido tomar postura, es un tema del que se habla y se discute, en general, con más información, conocimiento, desde distintas posiciones y con más regularidad. Esto, por supuesto, que ha calado también en el ámbito del metal como manifestación estético-simbólica de los sectores populares y de la sociedad en general. Cada vez más podemos encontrarnos con remeras, tatuajes, portadas de discos, canciones que hacen referencia a Malvinas.”
Ante una pregunta, destaca un aspecto que “tiene que ver con la buena cantidad de discos conceptuales que hay sobre el tema Malvinas. Sobre este aspecto, “daría la sensación de que es un tópico que, en ciertos subgéneros, tiene que abordarse, que algo hay que decir al respecto, que hay que sentar posición. Dentro de este variado (y no tan variado) abanico de posturas y perspectivas en torno a la causa, podemos destacar la valoración y el respeto a los “bravos” de Malvinas, abandonando viejas concepciones desmalvinizadoras que se instalaron, por ejemplo con aquello de los ‘chicos de la guerra’. El metal es un género musical “fuerte”, aguerrido, genera sensaciones que guardan relación con la fuerza, con el poder salir adelante, con el luchar; cuando se habla de Malvinas este tipo de sentires se potencian por ser un tema tan sentido para el pueblo argentino en general.
Las Islas seguirán rugiendo
Nuestro rock pesado metálico se yergue desde posiciones de lucha. Para Martín Müller, esto es determinado principalmente por “la procedencia, en la inmensa mayoría de los casos, de lxs músicxs y del público metalero: gente de barrio, laburantes, desocupados o subocupados, estudiantes, personas de distintas edades pero con fuertes lazos de hermandad que tienen que ver con el enorme grado de identificación que existe con el otro y la otra, el sentimiento de pertenencia a una misma clase, la responsabilidad de representar a una cultura que tiene una historia de lucha junto al pueblo y banderas que siguen estando vigentes y que tienen que servir para seguir combatiendo aquellas ideas que atentan contra la posibilidad de seguir soñando, de seguir construyendo como colectivo, de propiciar el bien común, ejercer los derechos conquistados y conquistar los que faltan. Müller finaliza asegurando que “cada vez que se ponga esto en peligro, que se atente contra el bienestar colectivo y el desarrollo nacional, el metal estará ahí levantando trincheras y peleando junto al pueblo”.
Rugen las Islas, en su segunda edición ampliada, incluye un DVD con testimonios de músicos y veteranos de la guerra de Malvinas. Como en su primera edición, es prologado por Gustavo Zavala, miembro fundador de Tren Loco, cuya muerte reciente nos deja un vacío enorme en la música y en nuestra cultura popular.
Para adquirir el libro, se puede solicitar reservas mediante mensaje de whatsap a 2945412918 (enlace directo al chat); mediante correo electrónico a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o bien, a través del canal de Instagram Rugen las islas.
Publicado por Río Bravo el 20 de noviembre de 2022