Ante la grave situación y la escalada inflacionaria, con el precio de la carne como un componente importante, el Gobierno de Alberto Fernández cerró por 30 días las exportaciones. Y hay reacciones de todo tipo: quienes desde la oposición más férrea y liberal cuestionan el intervencionismo estatal y quienes desde adentro y fuera de la propia coalición de gobierno plantean la necesidad de medidas y políticas que trasciendan la coyuntura de estos 30 días y contribuyan a “despegar los precios internacionales de los alimentos de los precios internos, evitando que generen la inflación que se está viviendo hoy en día en la mesa de los argentinos”, como señalaron desde el PTP de Entre Ríos.
Una declaración difundida por esa fuerza política que analiza el agravamiento de la crisis económica y social en el marco de la pandemia, advierte que esta situación se produce “en medio de un aumento notable de producción de alimentos de la Argentina, con cosechas récord y una fuerte demanda exterior de estos alimentos, sumado a una brutal concentración, casi monopólica, de las empresas exportadoras, que generan una fuerte dependencia de nuestro país de empresas en gran parte extranjeras”.
En ese marco desde el PTP sostienen que el precio de los alimentos “no puede copiar los precios internacionales en dólares cuando nuestros ingresos son en pesos” y considera que el desafío del Gobierno “tiene que ser despegar los precios internacionales de los alimentos de los precios internos, evitando que generen la inflación que se está viviendo hoy en día en la mesa de los argentinos”.
Por eso, volvieron a lanzar un grito de alerta sobre el hecho de que “mientras las exportaciones alcanzan niveles récord, el consumo por habitante es el más bajo de nuestra historia”.
“El cierre de exportaciones por 30 días intenta frenar la escalada de precios, pero creemos que no es una medida que vaya a tener el impacto directo en la mesa de los argentinos que se pretende si no se toman otras más integrales”, señalaron y entre esas acciones plantean la necesidad de retenciones segmentadas para “garantizar un precio interno más bajo al consumo y (…) diferenciar y poder incentivar a los pequeños productores de granos y de carne evitando su desaparición”.
Además también proponen que el Estado intervenga en el mercado de granos para bajar el precio de la carne ya que “el aumento del precio internacional de los granos, el maíz y la soja, fuente de energía y de proteína respectivamente y base de la alimentación de los terneros en feedlot ha llevado a que el costo de producción en la actualidad sea altísimo para lograr un kilo de carne en pie”.
“Sin duda que el camino de fondo es volver a tener una Junta Nacional de Carnes y una Junta Nacional de Granos que pueda jugar en el mercado y administrar este defasaje en favor de nuestra gente y los intereses nacionales”, concluye el comunicado, con un sentido diametralmente opuesto al reclamo de quienes piden al Estado menos intervención aún a costa de convertir a la carne en sinónimo de privilegio.
Publicado en Río Bravo Entre Ríos el 20 de mayo de 2021