"Advertimos que durante la cuarentena, la ciudad de Paraná, ha elevado sus niveles de deforestación, a límites inconcebibles. Hace un tiempo, un relevamiento dado a conocer por la Facultad de Agronomía de UNER, publicado en 2015-2016 revelaba un faltante de aproximadamente 20.000 árboles. Si bien, se destaca claramente el trabajo realizado por el Vivero Municipal, este esfuerzo no alcanza para cubrir el déficit actual, que sigue en rápido ascenso", manifestaron con preocupación desde la fundación Forestar Vínculos.
La ONG llamó la atención respecto del comportamiento "de muchos vecinos que no entienden o desconocen la importancia del arbolado y arremeten con total violencia y desidia sobre los árboles de la ciudad".
Entre otras faltas, hicieron mención a la proliferación de "talas disfrazadas de poda, árboles que son extraídos frente a locales comerciales, la construcción de estacionamientos en las veredas y lugares donde debería haber árboles, las construcciones que reducen la superficie de los espacios verdes, el avance de empresas constructoras que derriban todo, la extracción sin reposición de nuevos árboles", a veces con el único fin de exhibir los frentes de las casas.
También alertaron con respecto a "las extracciones en los patios de las casas, (la existencia de) calles y avenidas (Almafuerte, Echague; Ramírez, etc.) deforestadas; el uso de glifosato para controlar el pasto", entre otras acciones que van en detrimento de la flora de la ciudad.
"Si sumamos a lo anterior, la cantidad de árboles secos y enfermos (que en numerosas calles y zonas, supera a los ejemplares sanos), el panorama es desalentador", expresaron desde la fundación en una publicación en sus redes sociales que va acompañada de una serie de fotografías que grafican lo dicho.
Frente a esto señalaron que se puede revertir esta situación "con un adecuado plan de forestación (hoy en estudio) a mediano y largo plazo (que implica presupuesto y recursos), una adecuada planificación, coordinación y control y sobre todas las cosas, decisión política para ejecutar dicho plan".
"Podrá llevar años, pero será tiempo bien invertido y sumamente necesario para poner a la ciudad de Paraná, en condiciones para hacer frente a los cambios, que inevitablemente se avecinan y hoy lo registramos en el aumento de la temperatura; la penetración de partículas de agroquímicos; inundaciones; poca fijación de los suelos; aumento de enfermedades respiratorias y dérmicas, alergias; falta de sombra y protección frente a los rayos del sol; etc.", resaltaron.
Publicado en Río Bravo el 18 de septiembre de 2020





