El comunicado firmado por la trabajadora de la educación y dirigente de AGMER sostiene:
“Todos con gorrita, caritas cansadas, bronceados, no por moda, sino porque no tienen opción. ¿Cómo nombrarlos? Los niños y ese futuro incierto.
¿Los niños del arándano? No, mejor, las distintas caras de la hipocresía. Se necesitó la muerte de un niño de 9 años para que ciertos sectores de la política comenzaran a nombrarlos, o fingir ante la sociedad que se están ocupando del tema.
Lo que relato sucede en Concordia (campos y quintas de arándano), provincia entrerriana.
A los ojos de varios policías y de la gendarmería, desfilaban colectivos en pésimas condiciones; con niños de diferentes edades en su interior (provenientes de otros departamentos entrerrianos y también de otras provincias mucho más pobres que la nuestra) ¿Cómo pasajeros? No.
Pasadas las cinco de la tarde, por la ruta de la muerte, como la denominan algunos (aunque no por la explotación de los chicos maltratados por el trabajo infantil, sino por los accidentes automovilísticos que allí se suceden a diario), es incesante el ritmo de los colectivos que traen niños de los campos de arándanos. Porque sus manos son más pequeñas son utilizados, porque no saben de derechos son expoliados de los días y de su historia de niñez. Porque son desprotegidos son abusados, maltratados y violados. Decenas de colectivos en terribles condiciones desfilan a los ojos de la hipocresía que los niega.
Doblemente negados
Se los niega -no los veo aunque pasen a mi lado- y después se niega que se los negó. Los desaparecidos sociales, al decir de Alfredo Mofatt. En la patria del glamour, hay quienes llegan demasiado tarde al reparto.
¿Los niños chagásicos? También son negados.
Lo que acontece en el paraje Las Masitas, en Alvear, año 2010. Enfermos de Chagas, niños que concurren a la escuela con los labios morados, características de los enfermos de Chagas, muerte súbita por infarto, otra característica más de los que padecen esta patología. ¿Estamos hablando de Entre Ríos, o de África? ¡Ya vamos a desinfectar! Es la contestación que reciben quienes reclaman. Desde marzo esperan los maestros en las escuelas. ¡Ya vamos a controlar! El “ya vamos” demora una vida para muchos.
La invisibilización de los problemas sociales es moneda corriente en lugares muy cercanos a la capital provincial. Otros desparecidos sociales. ¿Quiénes son los responsables del genocidio del futuro? Los que hoy se jactan de la participación de los jóvenes en la política mientras se vulneran los derechos de la niñez. Algunos están muy ocupados en las elecciones venideras y maltratan el futuro, no asegurando condiciones dignas de vida de miles de niños entrerrianos.
¿Qué podemos esperar? En un país donde se mata a los pueblos originarios en Formosa, brutal genocidio de las raíces y de la historia.”
El comunicado cierra convocando a la sociedad a comprometerse para modificar esta realidad, y no esperar a que desde el gobierno (especialista en discursos de liberación nacional) vengan las soluciones a nuestros problemas. Agregamos: para que no nos acostumbremos, algún día, a que tenga sentido “festejar” el día de la soberanía nacional… pagando la deuda de la dictadura genocida con el Club de París.