Miércoles, 05 Febrero 2025 14:16

Agua para el mate de hoy y el de mañana

Escrito por María José López Ortiz*

¿Un mate y charlamos de hidrovía? No a la Hidrovía. (Otra vez los ambientalistas oponiéndose al progreso). Aguarde un momento… (No tengo tiempo). Abra su canilla... De dónde viene el agua que toma. Tómese cinco minutos y un vaso de agua y lea los siguientes párrafos.

Quizá recuerden esa triste postal que nos ofrecía el Río Paraná entre 2020 y 2021 de un cauce disminuido de tal manera que los bancos de arena se veían desde lejos, y personas y animales podían cruzar caminando a la isla. Nos generó sorpresa, angustia, bronca. Pero el agua volvió a sus niveles normales y nos olvidamos rápidamente, y volvimos a vivir de espaldas al río que nos nombra. Sin indagar en las causas de estas crisis hídricas y climáticas que año a año nos afectan más. Sin preguntarnos cómo es que las decisiones políticas y económicas que toman los gobiernos de turno, pueden dañar o proteger esa fuente de vida que son nuestros ríos.

Una vez, hace varios años, quisieron ponerle al río una barrera de cemento para evitar que corra libre. Todo para obtener energía eléctrica que, si bien es necesaria para la vida, hay diferentes maneras de obtenerla, y las represas en ríos de llanura no son la mejor opción.

Ahora quieren hacer más profundo el canal. La misma cantidad de agua corriendo por un cauce más profundo. Sería como transformar el río en una gran autopista ¿Qué pasará con las costas, con la diversidad de animales y plantas que viven en ellas, con las actividades humanas que se desarrollan allí? ¿Todo para que los grandes barcos extranjeros puedan circular tranquilos y llevarse nuestros recursos y bienes naturales?

Si podemos hacer ese ejercicio de explicarlo con un lenguaje sencillo como el que usamos con nuestras infancias en nuestras aulas, podremos desarmar los discursos de quienes pretenden imponer esta idea de progreso de espaldas a la naturaleza. Como si fuera nueva, como si fuera buena, como si fuera única.

Hace casi treinta años, nuestro Río Paraná estuvo gravemente amenazado (más aún de lo que habitualmente sufre por desechos cloacales, agroindustriales, por la extracción de arenas y los endicamientos y terraplenes ilegales) por un proyecto de megarepresa a la altura del Paraná Medio. Y la sociedad se movilizó masivamente para impedirlo. Dos pescadores remaron desde Yacyretá, cientos de ciudadanos se movilizaron, juntaron firmas, visibilizaron la problemática. Miles de estudiantes aprendieron de la mano de sus docentes y fueron efecto multiplicador en sus familias. Y se escuchó la voz de “Ríos libres para pueblos libres”, tan fuerte que el gobierno no pudo no prestar atención a lo que estaba pasando. Y se logró proteger al río de nuevas represas en nuestra provincia.

Una historia similar se está gestando, porque la ampliación de la Hidrovía Paraguay-Paraná está cada vez más cerca de concretarse y porque sigue habiendo en nuestra provincia y región personas en alerta y dispuestas a defender una vez más el río. Personas que entendieron que un río libre es garantía para la vida humana y cada una de las mínimas actividades que realizamos. Como abrir la canilla y llenar un vaso con agua, o una pava para el mate.

La licitación que abre el gobierno nacional habilitará el dragado del Río Paraná a 44 pies, lo que significa profundizar, ensanchar y remover millones de metros cúbicos de sedimentos contaminado. Se alteraría de tal manera el cauce natural del río, que pondría en riesgo el acceso al agua potable con el consecuente aumento del riesgo de enfermedades y desplazamiento de poblaciones costeras.
Los impactos económicos y geopolíticos también deben ser considerados. Especialistas de distintas áreas ya lo han analizado. No es aquí el lugar para desarrollarlo, me propuse ser breve para que pudiera usted llegar hasta el final del texto. Pero le recomiendo visitar este sitio, y este, y este.

Y con toda esa información, y el amor al río que como buen entrerriano y entrerriana seguro tiene, seguro le surgen las ganas, la necesidad o la urgencia de hacer algo.

Puede firmar el petitorio (tanto o más rápido que haber leído este texto).

Puede conversar con su familia, vecinos, vecinas, en el trabajo.

Puede echar una mirada a la convocatoria Remar Contracorriente por el agua y la vida.

Puede acercarse a alguna de las organizaciones que participan y apoyan la remada y sumarse a las actividades que están preparando. Verá que son muy diversas, que algunas le caerán menos simpáticas que otras, pero que en momentos donde hay tanto en juego, unir fuerzas es fundamental. Lo bueno de vivir en democracia es que todas las voces pueden y deben ser escuchadas y respetadas.

Como hace casi treinta años, volverán los pescadores a remar río abajo, esta vez desde Formosa hasta Rosario, y se sumarán los pueblos en defensa de sus aguas, volverán las artes a llenar de colores y sonidos en defensa del Paraná y toda su cuenca. Y las escuelas, las universidades, y los trabajadores y trabajadoras de todos los rubros.

El río Paraná hoy nos necesita a todos. No es un problema de ambientalistas. Es un problema que nos involucra como sociedad y como tal deberemos dar cuenta a las generaciones futuras, cuyo derecho a poder abrir la canilla y llenar un vaso de agua o una pava para el mate, es tan legítimo como el nuestro.

* María José López Ortiz es Docente, Integrante del colectivo “Docentes Por la libertad de los ríos” y Secretaria de Prensa de AGMER Seccional Paraná.
Publicado por Río Bravo el 5 de febrero de 2025.

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