Un grupo de ambientalistas seguía acampando este miércoles en Toma Vieja de Paraná para evitar el desmonte en el lugar donde se pretende construir un complejo termal.

Uno de los jóvenes que encabeza la protesta, Sebastián Sánchez, señaló que pasaron la tercera noche en el lugar “para que no se haga este proyecto termal que tanto daña al ecosistema paranaense”.

“Sabemos que han venido fuerzas policiales que hasta el momento se han mostrado tranquilas. Sólo vienen a trabajar de oficio y a cuidar el supuesto terreno privado que tenemos a nuestra espalda. Tenemos información son 17 hectáreas que son provinciales y no privadas”, remarcó.

Interrogado acerca de las argumentaciones surgidas desde Medio Ambiente respecto a que hubo 10 días para impugnar, pero que ninguno de los manifestantes fue, Sánchez afirmó: “Fueron organizaciones ecologistas de la ciudad que nos representan”.

“Estamos llamando a la comunidad para que nos apoye, para evitar esta aberración contra la naturaleza. Este proyecto termal es una intención para llamar inversores. La iniciativa no dice qué se va a hacer si no se encuentran aguas termales”, remarcó Sánchez.

Finalmente, hizo notar que “el informe de impacto ambiental es una copia de otros lugares, han copiado y pegado el mismo informe. También falta el permiso de desmonte y no hay cartel de obra”.

Publicado por elonce.com Reproducido por Río Bravo el 3 de julio de 2013.