Otro año se nos escurre entre las manos. Una invasión de canas nos empuja contra la pared y hace inevitables los balances. Las noticias también. “Llega una edad, en la que nos empiezan a pasar cosas grosas”, dice un músico amigo. El primer beso queda chiquitito al lado del nacimiento de un hijo, y cuando la vieja se vaya, vas a saber lo que es llorar hasta el cansancio.
En la semana de la muerte, es preciso recordar algunas que nos marcaron, y otras que nos quisieron hacer creer que nos marcaban. Las repercusiones del asesinato de Urquiza, ocupan muchas páginas en los libros de historia entrerriana. ¿Cuántas ocupa el exilio obligado de Artigas a Paraguay? “La Entre Ríos que __________ soñó” (completar con el nombre que corresponda). San Martín murió en Francia, Moreno fue tirado al mar envuelto en una bandera inglesa, y Mariano Ferreyra de un tiro barra brava.
Después de tomarme diez tilos, hagamos de cuenta que la bronca se me va. En un intento de desviar los misiles, les cuento que tengo un termo nuevo que dice Banco Patagonia. Se lo dieron a una tía porteña que no toma mate, porque juntó no sé cuántos puntos de no se qué concurso. Pensé en limarle el nombre, pero no vale la pena. A pesar de que escribo, considero que es mucho más importante lo concreto que lo simbólico. De lo contrario, todos los que tienen la remera del Che serían guevaristas, y conozco cada uno. Se dejan la barbita, hablan re lindo y usan todo el merchandising. Pero no.
Los escritores de todos los tiempos, sintieron fascinación por la muerte. El infierno de Dante, es lo mejor del libro. En la parte del cielo, ese amor asexuado que le tiene a Beatriz se vuelve un embole total. Además, es un bolazo atrás de otro, como diría un crítico entrerriano. Ceremonia secreta de Marco Denevi, Los suicidas de Antonio Di Bendetto, casi todo lo de Horacio Quiroga, y tantos otros latinos. Pasando a los de color verde, Martiniano, Fray Mocho, Marcelino y Juanele, pero todos desde distintas perspectivas. Unos preocupados por los que se mueren de frío, otros en la violencia política de los albores de la patria, etcétera.
A pesar de todo, seguimos armando una ficción entrerriana. Ya sabemos cómo se creó la provincia, pero nos falta saber qué pasó después. Dejando de lado el ránking de próceres/caudillos, las ideas en algún momento fueron la independencia económica, el respeto de los pueblos originarios, la defensa de los puertos, el FEDERALISMO. ¿Y qué pasó? Nos queda el GURÍ en el lenguaje, que nos recuerda que alguna vez hubo guaraníes que le decían MBURÍ a sus gurises. El resto depende de usté.
La muerte, el único proceso irreversible entre los seres humanos, nos obligó a inventar dioses inmortales. Una pequeña venganza literaria. “No habrá un funeral como el de Evita”, dijo mi viejo, y lo recordó durante estos días. Esa comparación me tiene sin cuidado. A pesar de que pasaron unos meses, me resisto a olvidar al pibe que murió atropellado mientras dormía en un estacionamiento de Concordia. Ni siquiera sé su nombre.