La Comunidad Educativa de la 1º Escuela de Psicología Social de Santa Fe “Dr. Enrique Pichon-Rivière” emitió una declaración recordando la inundación de 2003, señalando a sus responsables y convocando a sostener la memoria y la lucha por la justicia.
La declaración
Hace 12 años vivíamos una situación de catástrofe que marcaba un antes y un después en la historia de nuestra ciudad y de ciudades vecinas.
Para miles de santafesinas y santafesinos las pérdidas no serían solo materiales, sino que tendrían consecuencias que marcarían su salud, las vidas familiares, la historia de barrios y comunidades.
Como en otras muchas situaciones trágicas, la solidaridad, el trabajo arduo y comprometido de otros muchos que no vivían la situación de la misma manera, pero que podían/podíamos sentir como propio tanto dolor y arrasamiento material y subjetivo, permitió salvar vidas, acompañar momentos profundamente conmovedores y sostener distintos espacios y tareas donde fue posible ir saliendo del impacto y organizar la lucha, el reclamo por la necesaria justicia, aspecto imprescindible para la elaboración de tanto sufrimiento.
Todos/todas, instituciones, vecinos/vecinas, fuimos comprendiendo poco a poco lo ocurrido. Fuimos pudiendo develar en los discursos y en las acciones, las responsabilidades no asumidas, sus causas y sus consecuencias. “La gente salvó a la gente” fue un lema que mostró el trasfondo de lo ocurrido.
Primero hablamos de catástrofe, dijimos del “estado ausente”…, pero a muy poco andar comprendimos que la catástrofe era evitable y que el estado había estado presente, atendiendo lo que para quienes detentaban el poder en ese momento era la cuestión principal: perpetuarse al servicio de intereses ajenos a las necesidades del pueblo.
A 12 años, el hecho traumático ha tenido distintos niveles de elaboración individual y colectiva; sin embargo sigue siendo imprescindible sostener la memoria y fundamentalmente la lucha por la justicia, aún en deuda con las comunidades que sufrieron por la desidia, la negligencia, pero particularmente por las decisiones de un gobierno que tenía claro a quien proteger.
Y particularmente hoy, a 12 años, es imprescindible la memoria… Porque la impunidad ha permitido que los responsables de esa catástrofe evitable vuelvan a subirse a un escenario y se enseñoreen como sabedores de lo que hay que hacer, diciendo con su presencia que se suman a quienes proponen un cambio. Vuelven a mentir. Lo que se dice no es lo que luego se hace y en esta ciudad y otras muchas hacia el norte, bien supimos y sabemos de esa falsedad.
Usar el corazón está bien, ponerle alegría a la vida, también está bien. Pero no existe corazón sin pensamiento. Y por lo tanto hay que saber sentir y pensar para hacer con coherencia, y la alegría tiene que devenir de actos que posibiliten mejores condiciones de vida para el pueblo todo. Cuando alguien nos propone no usar la cabeza para tomar decisiones y sonreír frente a la injusticia, dudemos de la consistencia de la propuesta y más vale que usemos la cabeza!!
Comunidad Educativa de la 1º Escuela de Psicología Social de Santa Fe “Dr. Enrique Pichon-Rivière”
Santa Fe, 29 de Abril de 2015
Publicado por Río Bravo el 30 de abril de 2015

