De la redacción de Río Bravo
El viernes pasado, sobre la hora del cierre de las actividades administrativas de la Escuela de Comercio N°1 de la ciudad de Paraná, la rectora Lorena Di Lello recibió un llamado desde la dirección Departamental de Escuelas para informarle sobre el proyecto de construcción de un jardín de infantes para hijos de trabajadores del Consejo General de Educación (CGE) en el predio del campo de deportes del establecimiento educativo.
Según trascendió, la construcción del jardín de infantes se llevaría en la zona del predio más próxima a la intersección de calles Urdinarrain y Fray Mamerto Esquiu. El proyecto prevé seis salas de cuatro y cinco años, salas de tres años, sectores de gestión, administración, apoyo y extensión, centro de recursos pedagógicos y salón de usos múltiples (SUM), hall, galería, sanitarios y patios, entre otros espacios, con una superficie total de terreno de 3294,3 metros cuadrados y una superficie total a construir de 1218,33 metros cuadrados.
Patricia Politi, integrante de la comisión directiva de la cooperadora de la Escuela de Comercio N°1 exdocente y exrectora de la escuela, se mostró comprensiva con la situación de la unidad educativa conocida como "El concejito" que "ha pasado por distintas locaciones, que no tiene edificios propios" y aclaró que eso está fuera de discusión: "La comunidad educativa en su totalidad no está en contra de la construcción de una unidad educativa. 'El concejito' necesita renovación y cualquier construcción que esté destinada a educación en avalada por todos nosotros; eso está fuera de discusión".
Malestar (¿y marcha atrás?)
Tras conocer la novedad, la rectora convocó a la asociación cooperadora, docentes y otros integrantes de la comunidad educativa para ponerlos en conocimiento. Pese al envío de una nota solicitando explicaciones , sostuvo que "la directora Departamental de Escuelas (Adela Rampirez) nunca vino a la institución y le dijo a la rectora que era una decisión tomada y que no habría marcha atrás". Previo a eso, cuestionó, "nunca se acercaron al establecimiento escolar" y aseguró que "la novedad fue el viernes cuando la rectora de la escuela fue invitada a ver el proyecto, a notificarse sin este tener en cuenta la dinámica institucional".
No obstante, luego de que autoridades y miembros de la comunidad hicieran público su malestar y fundamentos por distintas vías, incluyendo una concurrida asamblea en la tarde de este jueves recibieron un llamado telefónico informando que se daba marcha atrás respecto de la locación elegida para el desarrollo del proyecto.
Politti destacó que "la asamblea fue muy significativa por la representatividad que tuvo" y mencionó la presencia de representantes de las vecinales Santa Teresita, Saenz Peña, "gente involucrada en el tema ambiente", padres, alumnos, el centro de estudiantes de la escuela, exdocentes, vecinos, concejales tanto del oficialismo como de la oposición y representantes de AGMER, entre otros, que avalaron la posición de la escuela con la firma de una nota que se envió al gobernador de la provincia.
Más allá de la comunicación que recibieron, desde la escuela se mostraron cautos y están a la espera de una notificación formal respecto de la revisión y modificación del proyecto en cuanto a su ubicación.
Los fundamentos del rechazo
Dejando en claro en todo momento que valoran la decisión de brindar un edificio propio al jardín de infantes conocido como "El concejito", Politti sostuvo que el pedido de revisar su ubicación se debe a que "afecta el campo de deportes, que es una parte integral de la escuela de comercio y es un espacio pedagógico de la escuela, donde desarrollan sus actividades los profesores de educación física, donde los chicos practican distintos deportes, desde básquet hasta softbol, tenemos exalumnos que han ganado mundiales de softbol, entonces no es un terreno libre. Por lo tanto entendemos que es el CGE o la provincia quien debe buscar otros espacios para la construcción de esta unidad, que en definitiva es su trabajo".
Según advirtió "reduciría las posibilidades de la práctica de deporte de los alumnos de la escuela, nos dejaba nada más que con un sector del actual campo de deportes, las canchas de fútbol que dan sobre calle Saraví, el resto era todo ocupado, nos dejaban sin playón deportivo".
Otro aspecto que no fue previsto tiene que ver con el impacto ambiental "porque el proyecto presentaba como mínimo la tala de 13 árboles y se destruía un espacio que es un pulmón verde para ese sector de la ciudad".
Asimismo, Politti se refirió a la inevitable afectación sobre otras instituciones de la zona a las que la escuela abría su campo de deportes: "A través de los años vimos crecer la escuela deportiva del club Patronato, el club Paraná, hemos abierto nuestro espacio a instituciones como la escuela Hellen Keller (para personas no videntes), a la escuela municipal de deportes. Esta institución abre a la comunidad educativa todo lo que logra, todo lo que tiene en cuanto infraestructura hablamos. Hubo un parate de dos años donde no hubo actividad presencial por la pandemia y todo esto está en carpeta para volver a retomarse a partir del año que viene es decir que afectaría a otras instituciones".
Publicado en Río Bravo el 2 de diciembre de 2022