El 2 de abril no suele ser un día más para los obreros del Frigorífico Santa Elena, sobre todo para los viejos obreros. El último 2 de abril, particularmente, no lo fue. Los encontró luchando (una vez más) por la reapertura.
Y, por ser 2 de abril, hubo homenaje para los ex combatientes de Malvinas de Santa Elena (también del frigorífico salieron soldados que fueron a batirse contra las huestes del invasor). Fueron homenajes y agradecimientos mutuos. De ese gigante dormido salieron miles de latas de alimentos para los jóvenes soldados que peleaban en defensa de nuestra soberanía sobre el "suelo más querido".
Los enlatados que salían hacia el sur argentino llevaban la impresión de la marca Safra, la firma que entre 1972 y 1984 controló el Santa Elena. No puede obviarse el dato de la incidencia que tuvieron los capitales ingleses en la historia del frigorífico durante 64 años, desde 1908 (37 años después de su surgimiento) hasta su retirada en 1972.
"Acá se hacían estofados con arroz, corned beef, que salían de acá exclusivamente para ellos", recuerda Sergio Espinosa, uno de los trabajadores (de los más antiguos) que hoy sigue luchando por mantener la fuente de trabajo.
Por eso resaltó la importancia de la fecha, de la conmemoración, porque remite aquellos momentos de esplendor de una industria cuyos trabajadores se pusieron al servicio de lo que sus compatriotas en el frente de batalla demandaban. ¿Cómo? Hacían horas extras, sin cobrar, para enviar alimentos a los combatientes. Por eso, de algún modo, se sintieron parte: "Los obreros también fueron camaradas de esa gente porque nosotros desde acá participamos en la guerra, porque pertenecíamos a la logística que tenía en ese tiempo el Ejército Argentino, de asistir con comida a esos soldados", destaca Espinosa, que asegura que cada 2 de abril a muchos se les viene a la memoria "el recuerdo de lo que se fabricó en ese tiempo para mandar a los soldados que estaban poniendo el pecho en Malvinas".
"Hoy me toca a mí apoyarlos a ellos"
El vínculo fraternal entre trabajadores y ex combatientes se hace más fuerte en casos como el de Luis Cardozo, excombatiene de Malvinas, hijo y hermano de ex obreros del frigorífico: "En el 82 cuando nos movilizamos, papá y mi hermano trabajaban en el frigorífico y mandaban alimentos para nosotros, para Malvinas, así que hoy me toca a mí apoyarlos a ellos", dice sobre este momento difícil que atraviesan los trabajadores.
Publicado en Río Bravo el 4 de abril de 2022