La seccional Paraná del sindicato comenzó a motorizar el debate entre sus afiliados y promover un mayor ida y vuelta sobre el funcionamiento de la obra social y el papel de la representación docente. Aunque no dan nombres propios, los movimientos surgen en paralelo con versiones sobre un plan de Rogelio Frigerio para poner fin al sistema solidario de cobertura.
Los comicios del 6 de julio definirán los siete directores de la obra social hasta 2026. Motivan el planteo de los estatales la baja concurrencia en 2018 (sólo 17% del padrón) y el incremento de los casos de Covid. La lista que encabezan la trabajadora de la salud Mariana Luján y el secretario gremial, Víctor Sartori, pide que se duplique la cantidad de urnas para alentar una mayor participación y mantener el distanciamiento.
El lunes pasado Bordet anunció la devolución de los aportes patronales que el Estado, en 1995, con Moine a la cabeza, le sacó a la obra social. Tratándose de la mayor obra social de los trabajadores de la provincia, con 300.000 afiliados, el secretario general de ATE, Oscar Muntes, ponderó la iniciativa y consideró que la plata -unos 300 millones de pesos por año- debe usarse para “garantizarle los beneficios a los trabajadores y trabajadoras” y pidió no ceder a “la extorsión de la corporación médica” representada por la FEMER.