Independientemente de cuál sea el resultado de estas discusiones, ya a esta hora hay mucha tela para cortar.
Independientemente de que los docentes decidan suspender temporalmente el plan de acción, la propuesta es inobjetablemente insuficiente (en función de la relación entre el salario de un maestro y el costo de la canasta familiar real) y mezquina (en función de los considerables aumentos que la provincia tuvo en sus ingresos y en su recaudación).
Independientemente de lo que diga Urribarri al anunciar sonriente el porcentaje del aumento, el salario de un docente, como el de cualquier trabajador del país, sigue sufriendo la competencia desleal de la inflación. Ésta, independientemente de lo que diga el IndeK, ahora abofetea con el aumento de algunos servicios básicos, del boleto urbano de colectivos (en Paraná) y de casi todo lo que en las góndolas de los supermercados y el mostrador de los almacenes trepa y se aleja de las manos asalariadas, sin freno ni control por parte de un Estado fuerte para criticar a los de abajo y débil para limitar a los de arriba.
Ahora bien,
Independientemente de la seguridad que busca demostrar el gobernador en su conferencia de prensa, no conoce a los docentes y sus prácticas gremiales, ni el poder que significa el tomar las decisiones discutiendo escuela por escuela, asamblea por asamblea, y la democracia real que buscan respetar en la definición de sus planes de lucha. Por eso el viernes 23 de julio sacó de la galera una conciliación obligatoria pensando que de ese modo volteaba los paros y la marcha del lunes 26; y todavía le retumban en los oídos los gritos, las canciones y las batucadas que esa mañana poblaron la explanada de Casa de Gobierno.
Independientemente de lo que diga Urribarri sobre el “conflicto educativo” (a saber: “no son necesarios ni paros ni protestas para que mi gobierno haga el mayor esfuerzo para mantener los salarios a tono con la economía”), la realidad dice otra cosa.
Independientemente de lo insuficiente y mezquino del anuncio; éste YA es una conquista y triunfo de la lucha de los trabajadores de la educación. El gobierno dijo en marzo de este año que hasta febrero de 2011 no volvía a sentarse a discutir salario con AGMER. El anuncio del plan de lucha para la semana pasada lo obligó a difundir que planificaba la discusión de un aumento para el mes que viene. El éxito de los dos paros y de la movilización llevó al gobierno a anunciar que el miércoles habría novedades. La amenaza de que si no había una propuesta el martes los docentes profundizarían el plan de lucha, hizo que Urribarri decidiera anunciar su propuesta… el martes.
Independientemente de que continúa viva y coleando la hipocresía de un Estado que paga altos porcentajes de los salarios a los trabajadores públicos “en negro”; los docentes consiguieron, con constancia en la pelea y coherencia en el reclamo, que los anuncios de aumentos en 2010 fueran reduciendo o eliminando esos porcentajes “en negro” de sus salarios cada vez más.
Independientemente “de lo que se resuelva en torno a la propuesta salarial”, acaba de informar la Comisión de Salario de AGMER, “debemos reanudar la lucha por el presupuesto 2011”.
Independientemente de que los paros de la semana que viene “se levanten”, los trabajadores de la educación seguirán denunciando las condiciones de higiene, seguridad, convivencia y salubridad, de las escuelas donde cientos de miles de gurises y adultos entrerrianos deberían solamente estar pensando en enseñar, crecer y aprender.
Independientemente de que el gobierno siga con sus difamaciones, sus mentiras públicas y mediáticas, sus chicanas, sus ataques a los maestros y a su sindicato; queda demostrado que a los docentes y a su herramienta gremial les temen, los desconocen y les temen.
Independientemente de lo que decidan los docentes en las asambleas que se están realizando en las escuelas de toda la provincia; la alegría de saber que a los trabajadores nadie les regala nada y que lo que avancen en sus derechos depende de su lucha y su unidad, se reafirma y confirma una vez más.
Y, de yapa, independientemente de lo que manifiestan los agoreros del fin de la historia y de la política, nuevamente fueron los trabajadores organizados los que demostraron que mientras ellos peleen por sus reivindicaciones, y existan gremios que luchen y calles por donde hacer correr y fortalecer los reclamos; la historia no se terminó nada.