Las largas colas de jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo durante toda la jornada del viernes, exponiendo a miles de personas a los riesgos que se buscaban atenuar con la cuarentena, generaron fuertes críticas contra el Gobierno -particularmente las autoridades del Banco Central y la ANSES- y, fundamentalmente, contra el sindicato bancario, al que acusaron de haber presionado para que no se declarara la actividad como esencial. En las últimas horas, emitieron un duro comunicado en el que apuntaron contra “la cacería mediática”, deslindaron responsabilidades por lo ocurrido, deslizaron críticas a sectores del Gobierno y reclamaron que se declare al sistema financiero como servicio público.
Desde la Asociación Bancaria denunciaron que hubo una maniobra destinada a “indisponer a la sociedad, y particularmente a los jubilados, contra los trabajadores y contra nuestra organización” con “la excusa perfecta que buscaban para tal fin” que fue “el conglomerado de gente apiñada en la puerta de las sucursales, dando por tierra el esfuerzo de una cuarentena ejemplarmente cumplida por la sociedad”.
En ese marco cuestionaron las versiones según las cuales los bancarios habían presionado para no ser actividad esencial: “Se dijo que no queríamos trabajar. Se dijo que las colas en las casas de los bancos era nuestra responsabilidad. Y se dijo, siempre citando fuentes oficiales y nunca dando nombre de esas fuentes, de la indisposición del Presidente contra el Presidente del Banco Central, el titular del ANSES y el Sindicato Bancario. Desde ese lugar parecía que algunos buscaron el linchamiento público”.
Al respecto, apelaron al archivo para recordar que “el gremio bancario siempre fue solidario con los jubilados” y recordaron que “fue uno de los sindicatos que encabezó y puso el cuerpo cuando en 2017 a los jubilados les arrebataban sus derechos, mientras que muchas de las voces convertidas hoy en sus supuestos defensores guardaron un silencio atronador”.
Asimismo, respecto de las medidas de aislamiento, la parálisis o reducción de actividades, resaltaron que “el Presidente decide estas cuestiones con su comité de asesoramiento de sanitaristas e infectólogos” y que el hecho de no incluir al sistema financiero dentro de las actividades exceptuadas “fue debido a la mala experiencia de los países europeos donde los bancos siguieron abiertos en su totalidad y sin restricciones siendo plataformas de contagio”. Por ello remarcaron que “la responsabilidad de la apertura de los bancos no es responsabilidad ni de este sindicato ni de sus trabajadores”.
Por otro lado, apuntaron contra las entidades financieras por lo ocurrido: “Los bancarios no somos los dueños de los bancos para determinar en qué condiciones se atiende a los jubilados. Eso es responsabilidad de los banqueros, no de los trabajadores. Pero también nos quisieron hacer responsables de eso. Es más fácil hablar de los trabajadores que enfrentarse con las grandes cuentas de publicidad de los bancos”, en alusión a la pauta publicitaria de instituciones bancarias en medios de comunicación.
Igualmente, deslindaron responsabilidades respecto a cómo se organizó el cronograma de pagos de jubilaciones y AUH y aseveraron que la tarea de los trabajadores se limita a atender al público que va a cobrarlos, lo que revela cierto malestar con las autoridades de ANSES: “Los bancarios no armamos los cronogramas de pago ni somos los que ponemos, de una vez, sin comunicaciones claras, 3 millones de compatriotas en la calle”.
También salieron a criticar el tratamiento periodístico del tema, con respecto a un hipotético enojo de Alberto Fernández: “Respecto a las supuestas fuentes oficiales (sin determinar) que aseveran un enojo del Presidente: es fácil esconderse en un supuesto y no dar nombres. El presidente de los argentinos, Alberto Fernández, ha manifestado al secretario general de nuestro sindicato que él era consciente que los bancarios trabajamos y cumplimos nuestra obligación”, aseguraron desde La Bancaria.
Ya en tono propositivo, plantearon la necesidad de adoptar dos medidas “para salir rápidamente de esta situación”. Por un lado, que en lugar de declarar sólo actividad esencialse declare al sistema financiero como Servicio Público, y por otro que ANSES imponga la carga del pago a jubilados “también a aquellas entidades que en esta pandemia y en esta crisis miran para otro costado; obligándolas a asumir la carga pública de pagar todos los beneficios de la seguridad social”.